ARTÍCULOS-OPINIÓN


LA CREATIVIDAD VIVE EN LIBERTAD


La creatividad habita en mí y yo me dejo llevar, a través de la escritura, la pintura y las coreografías. Este conexión con el alma me ha traído situaciones que me han llevado a compromisos ineludibles, los cuales, he solventado de la mejor manera posible, pero me han dejado un poso de insatisfacción por el resultado obtenido


En determinada ocasión  una persona con la que tenía cierto trato me pidió que le dedicara unos versos.  Aunque hace ya  tiempo que aprendí a decir que no, directamente o con diplomacia británica, me sentí obligada a escribir palabras que no habían nacido ni en el lugar donde habita  la inspiración, ni habían venido de esas musas que pululan entre las mentes ávidas de una buena historia que contar.


No hacía mucho tiempo que había conocido a la persona que me pedía que diera a luz lo que no creció en mis entrañas, por lo que tampoco tenía muchos datos del mundo que le rodeaba. Finalmente, pude escribir algunos versos dedicados hacia la persona en cuestión. He de confesar que los versos resultaron, en su conjunto, pomposos y algo ramplones, para mí gusto. Aunque, a la persona a la que se los dediqué le parecieron una maravilla en la que se vio reflejada. Probablemente, su ego estuviera a falta del alimento que lo sustentaba, por lo que mis palabras fueron un manjar difícil de olvidar.


Desde luego, que una cosa es escribir y enlazar palabras con cierto sentido y estética, y otra, bien distinta, es escribir con sentimiento, poniendo el alma en cada palabra, la esencia plasmada en estrofas que destilan el aroma de la frescura que ofrece la inspiración, sin artificios. Pongamos por caso las Odas.


A lo largo de mi vida he escrito unas cuantas odas, no muchas. La mayoría  están dedicadas a personas por las que siento aprecio, cariño, admiración… Ninguna de las personas a las que he dedicado mis odas, me pidieron que se la escribiera. La verdad es que hubiera resultado muy pretencioso; y si las escribí es porque todas estas personas merecían ser alabadas por lo que son.

No sé si por mi timidez, o porque debió ser así,  quienes fueron objeto de mi alabanza no han sabido que un día escribí, en forma de oda, lo que significaron para mí; no tuvieron constancia del aprecio que les tenía y de la huella imborrable que dejaron en una parte de mi esencia. Sólo he entregado ese fruto de la inspiración a dos personas, en forma de regalo en un caso, y de gratitud en otro.

Siempre que he escrito una oda me ha embargado la necesidad irrefrenable de plasmar en un papel lo que me transmitía la persona o cosa a la que iba dirigida. Un cúmulo de sentimientos, de palabras que escribo al dictado de mi inspiración con la fuerza de alma, de la mente y del cuerpo, y que me llena de satisfacción por haber sido capaz de dar forma a aquello que llegó a mí como una brisa fresca en un atardecer de verano.


Otra cosa bien distinta, es cuando alguien te insta a escribir un artículo o  un libro sobre algún tema concreto. En ese caso la creatividad crea las historias partiendo de un tema en el que se debe explorar, y por consiguiente desarrollar.



Por ello, la creatividad siempre vivirá en libertad. Al igual que esa máxima que siempre he dicho: el cariño y los afectos no se piden; lo que no sale de alguien no se debe solicitar. Así es en otros ámbitos de la vida. En lo que se refiere a lo no tangible, no se debe pedir lo que no se ofrece.


Almudena Torres CdP
Junio de 2016
San Sebastián





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